lunes, 20 de febrero de 2017

Relato de Ficción

Personaje elegido: Herbal

De hecho, Herbal, no se consideraba una persona feliz. 
Después de malvivir durante toda su infancia, estar horas y horas al día vigilando una prisión no era precisamente lo que más deseaba.

El odio de Herbal hacia el doctor DaBarca era de sobras conocido por todo el mundo cercano a él, e incluso en algún momento estos llegaron a temer lo peor. Y ocurrió:
2 meses después de que el doctor fuera encarcelado, Herbal, con el alcohol controlando sus actos, asesinó a DaBarca de manera dolorosa, silenciosa, mientras este dormía.
Segundos después, cuando tomó consciencia de sus actos y recapacitó, huyó, sin pensarlo dos veces, de la prisión que tanto le había hecho sufrir e incluso llorar. 
Después de esto, nadie más lo volvió a ver, por lo menos, durante décadas, quedando así como un criminal a la fuga. Su cara la reconocería todo el mundo, ya que el estado puso especial interés en capturarle y hacer saber a la gente los crímenes atroces que había cometido.
Pasaron los años sin que ningún agente de la ley fuera informado sobre su aparición.

Dos décadas pasaron, concretamente 18 años exactos, hasta que alguien le vio: Iba encorvado, probablemente a causa de la edad, con una vestimenta dejada, bastante torpe, gastada pero no sucia.
El antiguo carcelero, probablemente al ver las muestras de excitación del testigo, salió corriendo, dejando notar su excelente condición física.

Después de este hecho la cosa siguió igual. Nadie le localizaba, e incluso llegaron a dudar en la credibilidad del testigo, quien no dejó datos personales.

No fue hasta hace unos años, que se le encontró muerto, putrefacto, en el sótano de una casita perdida en la montaña, por pura casualidad. La forense declaró que el cuerpo llevaría en este estado más de tres décadas.

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